viernes, 6 de julio de 2012

preguntale al polvo - zahara

No soporto tenerte cerca ..
ni tenerte que imaginar,
aunque diga lo que quieres escuchar.

Me he cansado de verte,
me he cansado de amar ..
pero vuelvo cada tarde al suicidio universal.

Ahora confusa bebo,
pero nunca te confieso ..
por qué, mi amor .. por qué.

Y en el agua ..
pregúntale al agua ..
si somos agua .. ¿seremos agua?
Al agua ..

El drama de un jugador
que termina mis bebidas ..
es la historia de tu vida .. mía no.

Te has cansado de verme,
te has cansado de amar ..
Nunca fuiste tan valiente ..
sé que no dispararás.

No hace falta tanto esfuerzo ..
pues ya amanecimos muertos ..
¿Por qué, mi amor? ¿Por qué?

Y en el polvo ..
pregúntale al polvo ..
si somos polvo .. ¿seremos polvo?

Y en el polvo ..
pregúntale al polvo ..
si somos polvo .. ¿seremos polvo?

Al polvo ..
pregúntale al polvo ..
si somos polvo .. ¿seremos polvo?

Al polvo ..


viernes, 4 de mayo de 2012

la mochila y el curriculum - arturo perez-reverte

  Llueve a ratos, y Madrid está frío y desapacible. Pasan paraguas al otro lado librería de mi amigo Antonio Méndez, el librero de la calle Mayor. Estamos allí de charla, fumando un pitillo rodeados de libros mientras Alberto, el empleado flaco, alto y tranquilo, que no ha leído una novela mía en su vida ni piensa hacerlo -«ni falta que me hace», suele gruñirme el cabrón- ordena las últimas novedades. En ésas entra un chico joven con una mochila a la espalda, y se queda un poco aparte, el aire tímido, esperando a que Antonio y yo hagamos una pausa en la conversación. Al fin, en voz muy baja, le pregunta a Antonio si puede dejarle un currículum. Claro, responde el librero. Déjamelo. Y entonces el chico saca de la mochila un mazo de folios, cada uno con su foto de carnet grapada, y le entrega uno. Muchas gracias, murmura, con la misma timidez de antes. Si alguna vez tiene trabajo para mí, empieza a decir. Luego se calla. Sonríe un poco, lo mete todo de nuevo en la mochila y sale a la calle, bajo la lluvia. Antonio me mira, grave. Vienen por docenas, dice. Chicos y chicas jóvenes. Cada uno con su currículum. Y no puedes imaginarte de qué nivel. Licenciados en esto y aquello, cursos en el extranjero, idiomas. Y ya ves. Hay que joderse.

    Le cojo el folio de la mano. Fulano de Tal, nacido en 1976. Licenciado en Historia, cursos de esto y lo otro en París y en Italia. Tres idiomas. Lugares, empresas, fechas. Cuento hasta siete trabajos basura, de ésos de tres o seis meses y luego a la calle. Miro la foto de carnet: un apunte de sonrisa, mirada confiada, tal vez de esperanza. Luego echo un vistazo al otro lado del escaparate, pero el joven ha desaparecido ya entre los paraguas, bajo la lluvia. Estará, supongo, entrando en otras tiendas, en otras librerías o en donde sea, sacando su conmovedor currículum de la mochila. Le devuelvo el papel a Antonio, que se encoge de hombros, impotente, y lo guarda en un cajón. Él mismo tuvo que despedir hace poco a un empleado, incapaz de pagar dos sueldos tal y como está el patio. Antes de que cierre el cajón, alcanzo a ver más fotos de carnet grapadas a folios: chicos y chicas jóvenes con la misma mirada y la misma sonrisa a punto de borrárseles de la boca.

    España va bien y todo eso, me digo. La puta España. De pronto la tristeza se me desliza dentro como gotas frías, y el día se vuelve más desapacible y gris. Qué estamos haciendo con ellos, maldita sea. Con estos chicos. Antonio me mira y en ciende otro cigarrillo. Sé que piensa lo mismo. En qué estamos convirtiendo a todos esos jóvenes de la mochila, que tras la ilusión de unos estudios y una carrera, tras los sueños y el esfuerzo, se ven recorriendo la calle repartiendo currículum en los que dejan los últimos restos de esperan Licenciados en Historia o en lo que sea, ocho, años de EGB, cinco de formación profesional, cursos, sacríficios personales y familiares para aprender idiomas en academias que quiebran y te dejan tirado tras pagar la matrícula. Indefensión, trampas, ratoneras sin salida, empresarios sin escrúpulos que te exprimen antes de devolverte a la calle, políticos que miran hacia otro lado o lo adornan de bonito, sindicatos con más demagogia y apoltronamiento que vergüenza. Trabajos basura, desempleos basura, currículums basura. Y cuando el milagro se produce, es con la exigencia de que estés dispuesto a todo: puta de taller, puta de empresa, boca cerrada para sobrevivir hasta que te echen; y si tienes buen culo, a ser posible, deja que el jefe te lo sobe. Aún así, chaval, chavala, tienes que dar las gracias por los cambios de turno arbitrarios, los fines de semana trabajados, las seiscientas horas extras al año de las que sólo ochenta figuran como tales en la nómina. Y si encima pretendes mantener una familia y pagar un piso date con un canto en los dientes de que no te sodomicen gratis. Flexibilidad laboral, lo llaman. Y gracias a la flexibilidad de los cojones se han generado, dice el portavoz gubernamental de turno tropecientos mil empleos más, y somos luz y fan de Europa. Guau. Gracias a eso, también, un chaval de veintipocos años puede disfrutar de la excitante experiencia de conocer ocho empleos de chichinabo en tres o cuatro años, y al cabo verse el la calle con la mochila, buscándose la vida bajo la lluvia. Partiendo una y otra vez de cero. Flexibilidad laboral. Rediós. Cuánto eufemismo y cuánta mierda. A ver qué pasa cuando, de tanto flexionarlo, se rompa el tinglado y se vaya todo al carajo, y en vez de currículums lo que ese chico lleve en la mochila sean cócteles molotov.

lunes, 30 de abril de 2012

Separarte de la Tierra - Jako

Yo no puedo cambiar el mundo. Ni siquiera salvar tu vida. 
Tornarla bella, hacerlo justo; pelearle a todo yo no puedo 
ser siempre firme, convencer a nadie... 

 Pero sí puedo ensuciar mis manos, escabar tu tierra. 
doler con vos aunque no lo pidas. 
burlar destinos, romper esquemas. 
escaparle a las estadísticas.

Puedo bajar al fondo y pasarla juntos. 

Y cerrar tu boca, sudar tu rabia. 
Callar tu insulto y darte por nada.
Temblar con vos frente a tus fantasmas. 

Querer tu barro. 
Elegir las llagas. 
Y subir tu suelo y condenarte; 

condenarte a la esperanza. 

Y bajar el cielo, y entrar por fuera, 
y elevar tu piso, y separarte; 

separarte de la tierra. 

domingo, 11 de marzo de 2012

que pase el vertigo - ismael serrano

El tiempo pasa… muy rápido. Parece que fue ayer cuando nos conocimos.
Hay gente que me reprocha mi obsesión por la memoria… me dice que soy un eterno nostálgico, que miro demasiado hacia el pasado, no se…
Saben que les digo? Que tienen razón. Reivindico el poder de la memoria. No por una cuestión de nostalgia, sino porque seguramente, servirá para que no repitamos los mismos errores.
El tiempo pasa… fugaz. Y si tu como yo estas cansado o cansada de que pase tan rápido. Si tu como yo estas cansado o cansada de esas jodidas tardes de domingo en las que no suena el teléfono. Si estas cansado o cansada de llegar al colectivo en el momento justo, en el que el autobús marcha y te quedas con cara de gilipollas despidiéndote de los del asiento de atrás que te hacen burla.
Si tú como yo, estas cansado o cansada de que te digan que las cosas van bien, que la historia ha terminado; que no hay alternativa. Si estas cansado de enamorarte de la novia de tu mejor amigo… o de que tu mejor amigo asalte tu cuba libre.
Si tu como yo estas cansado de lo rápido que pasa el tiempo te aconsejo que… que cantes esta canción, como alguna vez cantaste esa otra al oído de el o de ella. A mi me funciona.
Cuando el mundo gira muy rápido, agarro la guitarra y canto esta canción.
Y durante un instante el tiempo se congela, como ahora… todo se detiene… y desaparece este vértigo.

martes, 28 de febrero de 2012

instrucciones para salvar el odio eternamente - ismael serrano

"La mayor parte de las canciones de amor están llenas de mentiras, pero no todas. Yo trato de ser honesto, pero por lo general se suele decir lo que ella quiere escuchar, para seducirla o yo que sé, claro que ella no siempre está por la labor de creérselas.

Pero quién no ha mentido alguna vez ¿verdad?

Muchas despedidas están llenas de promesas vanas, yo estoy seguro que en alguna de ellas vosotros habeis mentido. Qué se! Si no pasa nada estamos entre amigos, buen rollo. Quien no haya mentido, quien esté libre de culpa que tire la primera piedra, pero que no tire a dar...

Sí, porque las despedidas tienen un protocolo que hace necesario mentir para no sentirse culpable del fracaso que supone que el amor se acabe.

¿Sabeis qué es lo peor del amor cuando se acaba? Que se acaba.

Y aun así nosotros intentamos eludir la culpa y mentimos, y seguimos mintiendo y somos capaces de ir mas allá y decimos: No te preocupes, si yo estaré bien, yo lo que quiero, lo que siempre he querido, es que tú seas feliz. Y además el tío con el que te vas, es un tío de puta madre...

Y bueno, tú y yo sabemos que no es cierto. Que no van a durar ni dos meses, y más con el carácter que tiene ella...

Pero aún así decimos que es un tío que te cagas o buen hombre que también jode lo suyo, porque no se sabe lo que está diciendo. No digais nunca de mí que soy un buen hombre, por favor.. Di que soy un troncaso, enrollado y brindis de la vida; pero un buen hombre no.

Y nos estaremos preguntando si la llevará a los mismos sitios a los que te llevaba a ti. Si se dirán las mismas mentiras, si se enojarán por lo mismas cosas, y lo que es peor, si se reconciliaran de la misma forma...

Y te quemarás los sesos preguntando qué pasará y qué ocurrirá, en fin...

Pero ella está bien...

Si ella se va, cultivemos el odio, declaremos la guerra. Porque... no sé, quizás nos sintamos mejor aunque... aunque yo creo que no, yo creo que como todas las canciones de amor, esta también está llena de mentiras: cuando decimos si ella se va, lo que queremos decir es que si se va, que no sea muy lejos ni por mucho tiempo."

domingo, 12 de febrero de 2012

Cómo hacerte saber? - mario benedetti

Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?

Que uno tiene que buscarlo y dárselo...
Que nadie establece normas, salvo la vida...
Que la vida sin ciertas "normas" pierde forma...
Que la forma no se pierde con "abrirnos"...
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente...
Que no está prohibido amar...
Que también se puede odiar...
Que la agresión porque sí, hiere mucho...
Que las heridas se cierran...
Que las puertas no deben cerrarse...
Que la mayor puerta es el afecto...
Que los afectos, nos definen...
Que definirse no es remar contra la corriente...
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja...
Que negar palabras, es abrir distancias...
Que encontrarse es muy hermoso...
Que el Sexo forma parte de lo hermoso de la vida...
Que la vida parte del Sexo...
Que el por qué de los niños, tiene su porqué...
Que querer saber de alguien, no es sólo curiosidad...
Que saber todo de todos, es curiosidad malsana...
Que nunca está de más agradecer...
Que autodeterminación no es hacer las cosas solo...
Que nadie quiere estar solo...
Que para no estar solo hay que dar...
Que para dar, debemos recibir antes...
Que para que nos den también hay que saber pedir...
Que saber pedir no es regalarse...
Que regalarse en definitiva no es quererse...
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos...
Que para que alguien sea, hay que ayudarlo...
Que ayudar es poder alentar y apoyar...
Que adular no es apoyar...
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara...
Que las cosas cara a cara son honestas...
Que nadie es honesto porque no robe...
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo...
Que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte...
Que se puede estar muerto en vida..
Que se siente con el cuerpo y la mente...
Que con los oídos se escucha...
Que cuesta ser sensible y no herirse...
Que herirse no es desangrarse...
Que para no ser heridos levantamos muros...
Que sería mejor construir puentes...
Que sobre ellos se van a la otra orilla y nadie vuelve...
Que volver no implica retroceder...
Que retroceder también puede ser Avanzar...
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del Sol...

Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?

jueves, 9 de febrero de 2012

Penelope espera en Peumayen

Aquí en Peumayen se suele mezclar el sueño con la realidad. Es cierto.
Asi que son bastante comunes las leyendas que se cuentan sobre hechos acontecidos, aquí, en Peumayen.
Leyendas que se cuentan al calor de la lumbre en las noches de invierno, o bajo los cielos estrellados de las noches de verano.
Leyendas que uno encuentra en cualquier sitio, bajo las piedras de los caminos, en la espuma que deja el mar al retirarse de la playa, en las redes vacías de los pescadores o bajo farolas como esta.

Leyendas de monstruos marinos que salvan a los navegantes o los empujan al desastre, leyendas de buques fantasma condenados por su ambición, leyendas de amantes que mueren ahogados en el océano azul nadando hacia el futuro y como no podía ser de otra forma en una ciudad portuaria como la nuestra, leyendas también de despedidas. Como la que me gustaría contarles esta noche.

Se trata de la leyenda de una despedida que ocurrió aquí, en Peumayen.
Ella se llama Penélope, no recuerdo muy bien si él se llamaba Ulises pero se que lo despidió muy cerca de aquí, en la costa, agitando el pañuelo blanco del desconsuelo y viendo como la panza del horizonte iba consumiendo las velas del barco en el que marchaba su amado.

Él, antes de partir, le dijo a ella :
- Amor mío, tengo que partir, nuevos horizontes me esperan, allá donde el mar y el cielo juntan sus labios, tesoros escondidos en el fondo de un cofre enterrado en una playa que no aparece en ningún mapa, en lejanos acantilados donde el mar susurra mi nombre a golpe de ola.
Amor mío, tengo que marchar, pero esperame, esperame porque...

... No se porqué, pero tu esperame. Regresaré, si.
Seremos los mismos pero con la certeza de haber emprendido el viaje que anunciaban las sirenas, con la certeza de haber asumido el reto de estar vivos.
Adiós.

Y Penélope se quedó esperándole, día tras día. Mes tras mes, apretando el pañuelo blanco del desconsuelo contra el pecho, soñando ser fanal que atrajera a su amante, con los ojos heridos por el salitre, y el alma roja por los argazos mirando el lejano horizonte tratando de adivinar la silueta de un barco lejano que le trajera de vuelta a su hombre.

Total, que esperó muchísimo la mujer.
Y nosotros aquí en Peumayen solíamos acercarnos a ella para hacerle más llevadera la espera...

Nooo... le dabamos conversación. Todo el romanticismo por el retrete.

Le dabamos conversación y le contabamos cualquier chisme de aquí de Peumayen para hacerle más llevadera la espera y sobre todo para apartar su mirada del horizonte lejano y traerla de vuelta hasta nosotros.
Y le decíamos cualquier cosa, que si nosequien se enrolla con nosecual, que si ha visto usted como le queda la lencería al señor Bergia.
Pero por lo general no hacía ni caso, seguía empeñada en buscar aquel velero. Silueta lejana de un barco que le trajera de vuelta a su vida.
Estaba una tarde ella, como tantas otras, en la playa con los pies enterrados en la arena, la arena que vertió su reloj de tanto esperar. De nuevo, sólo sonaba el leve rumor del mar.

El viejo faro de Peumayen empezaba a parpadear, nuestra amiga la gaviota cruzaba el cielo naranja. Penélope divisaba el horizonte tratando de encontrar su velero, esperando y esperando. Y mientras, haciendo repaso de lo vivido, Penélope reflexionaba tratando de llegar, quizá, a alguna conclusión. Haciendo repaso de los caminos tomados, de las decisiones tomadas, y Penélope se dijo a sí misma...
"Hasta aquí hemos llegado, yo ya no espero más, ¿qué voy a estar, toda la vida esperando?"

Se marchó a buscar nuevos horizontes y no supo encontrarlos en la curva de mi espalda.
Y efectivamente, familiares y amigos, al día siguiente Penélope dejó Peumayen.
Y tendrías que verla de camino al autobús que le sacaba de la ciudad, con una sonrisa que no le cabía en la cara. Y nosotros le decíamos: "Hasta pronto Penélope" y ella decía: "Hasta nunca chaval."

Y se fue para un pueblo de interior que al salitre los argazos ya la habían jodido suficientemente la salud y pronto encontró trabajo como taquillera en un viejo cine de barrio.
Y le va bien, ahora anda en amores con el muchacho que trabaja en el proyector, y es feliz. No solamente porque el muchacho que trabaja en el proyector tiene 15 años menos que ella. Que todo influye...
Le van bien las cosas.
Del tipo que marchó en su barco no hemos vuelto a saber nada, por lo menos aquí en Peumayen.
¿Penélope piensa en él? Si, algunas tarde de invierno cuando duelen esas viejas heridas que parecen no cicatrizar nunca y cuando en la pantalla de su cine aparece un barco zarandeado por un mar embravecido, entonces Penélope como en aquella ocasión hace repaso de lo andado, de las decisiones tomadas, de los caminos desechados, tratade llega a alguna conclusión y se dice:
"Pobre tipo, no sabe lo que se perdió."

viernes, 3 de febrero de 2012

tantas cosas - ismael serrano

Alguien dijo alguna vez que la mejor terapia para el olvido es el odio. Que si ella se va se debe cuidar de nosotros porque le declararemos el odio y la guerra. Pero sabes, al final suele pasar que el odio es bastante aburrido. Porque además no se lo cree nadie. Quiero decir que a ella no le afecta que el taladro de nuestra mirada le traspase porque no se siente culpable. Normal.

Así que al final uno decide olvidar y tirar para adelante. Seguir en el camino y en la búsqueda. Hacer repaso de lo que hemos andado y quedarnos con lo bueno. Y tirar lo malo.

Ella crecerá. Yo espero que no mucho más. Se casará y tendrá hijos. Será la mujer responsable que todos quisieron. Y quizá yo también sea el hombre responsable que todos quieren, no lo sé. La ciudad seguirá imparable. Frénetica. Y nosotros perdidos en ella buscando quién sabe qué. Yo que sé que será de nosotros. Pasarán tantas y tantas cosas.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Carta de un naufrago - Rodolfo Serrano

Hace ya siete meses, tres días y dos horas naufragué en esta isla que no está en ningún mapa. La primera semana lloré como un muchacho asustado y el miedo vino a vivir conmigo. Luego maldije a Dios los quince días siguientes y me pasé tres días sin agua ni comida. Los siguientes dos meses he añorado tu cuerpo y soñando con el tibio roce de las sabanas . Cada noche encendía hogueras en los montes pendiente de que un barco pasara por delante de esta isla maldita y en la playa he dejado mensajes de socorro pidiendo que vinieras. Arrojé cien botellas con mensajes urgentes y durante tres meses aprendí que la vida es un cangrejo, un fruto, el agua del torrente, el sol que cada tarde pinta de rojo el agua. Ya no siento temores. Recuerdo vagamente que más allá del mar hay fusiles y espadas y hombres que maldicen haber nacido un día. Y que aquel mundo era una isla de monstruos.
Ayer me desperté cantando sin que nadie me dijera: “Estás loco ¿A qué tanta alegría?”. Y cada tarde escribo en la arena unos versos que borran las mareas y que de nuevo escribo. Hoy he visto pasar un barco no muy lejos. He apagado raudo la luz de las hogueras y he borrado todos los mensajes de auxilio: afortunadamente el buque ha pasado de largo

sábado, 28 de enero de 2012

advertencia - Felipe benítez reyes

Si alguna vez sufres -y lo harás-
por alguien que te amó y que te abandona,
no le guardes rencor ni le perdones:
deforma su memoria el rencoroso
y en amor el perdón es sólo una palabra
que no se aviene nunca a un sentimiento.
Soporta tu dolor en soledad,
porque el merecimiento aun de la adversidad mayor
está justificado si fuiste
desleal a tu conciencia, no apostando
sólo por el amor que te entregaba
su esplendor inocente, sus intocados mundos.

Así que cuando sufras -y lo harás-
por alguien que te amó, procura siempre
acusarte a ti mismo de su olvido
porque fuiste cobarde o quizá fuiste ingrato.
Y aprende que la vida tiene un precio
que no puedes pagar continuamente.
Y aprende dignidad en tu derrota,
agradeciendo a quien te quiso
el regalo fugaz de su hermosura.

jueves, 26 de enero de 2012

100 dias - Ismael Serrano

Supongo que ustedes como un servidor, tendrán una
Relación bastante extraña con la ciudad en la que viven. Suele suceder que los que habitamos una gran ciudad tenemos una relación un tanto ambigua de amor y de odio con esa ciudad. Una ciudad que te da unos días terribles y unas noches maravillosas, como algunas amantes. Y uno sobrevive como puede a esa relación, cada cual como puede. La noche debilita los corazones, es cierto. Y aquella noche quedaron debilitados unos cuantos. Aquella noche éramos varios los que intentábamos ahogar nuestras penas; lo que sucedía es que nuestras penas habían recibido largos cursos de natación. Dicen que se ahoga más gente en los vasos que en los ríos. Y aquella noche hubo varios naufragios, yo era uno de esos náufragos que buscaba una tabla a la que aferrarme para no hundirme. Y allí la encontré, al final de la barra, jodida y radiante. Ella trataba de convencerme de que el amor es el castigo que se nos impone a los que no sabemos estar solos, pero yo no la creí. Y creo que ella tampoco creía en lo que decía, porque llevaba ya muchas noches encerrada en aquel bar. Y muchos más días. Cien días

domingo, 22 de enero de 2012

ITACA - Constantino Cavafís

Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
no temas a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni al colérico posidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Posidón encontrarás,
si no lo llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante tí.

Pide que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos antes nunca vistos.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nacar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes voluptuosos,
cuantos más abundantes perfumes voluptuosos puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Itaca en tu pensamiento.
Tu llegada allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguardar a que Itaca te enriquezca.

Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.

sábado, 21 de enero de 2012

si peter pan viniera - ismael serrano

Uno de los finales más tristes de toda la literatura universal es el final de Peter Pan:

El tiempo ha pasado y Wendy es toda una mujer.

Tiene una hija hermosa, tan hermosa como lo era ella la primera vez que pisó Nunca Jamás de la mano de Peter Pan.

Wendy acaba de acostar a su niña.

La habitación está a oscuras. De repente se abren las ventanas de par en par.

Contra el cielo estrellado se recorta la figura de Peter Pan.

- Wendy, vine a por ti. Es el tiempo de la limpieza de la primavera.

Tienes que cuidar de mí y de los niños perdidos.

Pero Wendy le confiesa que se ha olvidado de volar.

- No malgastes en mí el polvo de las alas de las hadas - le dice.

Peter Pan, que aún es un niño, no entiende nada.

Wendy le dice: - Encenderé la luz para que comprendas

Y por primera vez en su vida, que nosotros sepamos, Peter Pan tiene miedo.

Y sólo acierta a decir: - No enciendas la luz.

Esta noche encenderemos la luz, con la certeza de que si Peter Pan viene a buscarnos podremos sostenerle la mirada sin darle un susto de muerte.

Si Peter Pan viene a buscarles, no lo duden, miren su cara. Y emprendan esa urgente huida.

Y que no me entere yo que se marchan sin nosotros.

viernes, 13 de enero de 2012

Nube negra - Joaquin sabina

Cuando busco el verano en un sueño vacío,
cuando te quema el frío si me coges la mano,
cuando la luz cansada tiene sombras de ayer,
cuando el amanecer es otra noche helada,

cuando juego mi muerte al verso que no escribo,
cuando sólo recibo noticias de la muerte,
cuando corta la espada de lo que ya no existe,
cuando deshojo el triste racimo de la nada.

Sólo puedo pedirte que me esperes
al otro lado de la nube negra,
allá donde no quedan mercaderes
que venden soledades de ginebra.

Al otro lado de los apagones,
al otro lado de la luna en quiebra,
allá donde se escriben las canciones
con humo blanco de la nube negra.

Cuando siento piedad por sentir lo que siento,
cuando no sopla el viento en ninguna ciudad,
cuando ya no se ama ni lo que se celebra,
cuando la nube negra se acomoda en mi cama,

cuando despierto y voto por el miedo de hoy,
cuando soy lo que soy en un espejo roto,
cuando cierro la casa porque me siento herido,
cuando es tiempo perdido preguntarme qué pasa.

Sólo puedo pedirte que me esperes
al otro lado de la nube negra,
allá donde no quedan mercaderes
que venden soledades de ginebra.

Al otro lado de los apagones,
al otro lado de la luna en quiebra,
allá donde se escriben las canciones
con humo blanco de la nube negra.

martes, 10 de enero de 2012

me caigo y me levanto - julio cortazar

Nadie puede dudar de que las cosas recaen,
un señor se enferma y de golpe un miércoles recae
un lápiz en la mesa recae seguido
las mujeres, cómo recaen
teóricamente a nada o a nadie se le ocurriría recaer
pero lo mismo está sujeto
sobre todo porque recae sin conciencia
recae como si nunca antes
un jazmín para dar un ejemplo perfumado
a esa blancura
¿de dónde le viene su penosa amistad con el amarillo?
el mero permanecer ya es recaída
es jazmín entonces
y no hablemos de las palabras
esas recayentes deplorables
y de los buñuelos fríos que son la recaída clavada
contra lo que pasa, se impone pacientemente la rehabilitación
en lo más recaído hay algo que siempre pugna por rehabilitarse
en el hongo pisoteado, en el reloj sin cuerda
en los poemas de Pérez, en Pérez
todo recayente tiene ya en sí un rehabilitante
pero el problema, para nosotros lo que pensamos nuestra vida
es confuso y casi infinito
un caracol segrega y una nube aspira
seguramente recaerán
pero una compensación ajena a ellos los rehabilita
los hace treparse poco a poco a lo mejor de si mismos
antes de la recaída inevitable
pero nosotros tía ¿cómo haremos?
¿cómo nos daremos cuenta de que hemos recaído
si por la mañana estamos tan bien
tan café con leche
y no podemos medir hasta donde hemos recaído en el sueño
o en la ducha
y si sospechamos lo recadente de nuestro estado
¿cómo nos rehabilitaremos?
hay quienes recaen al llegar a la cima de una montaña
al terminar su obra maestra
al afeitarse sin un solo tajito
no toda recaída va de arriba abajo
porque arriba y abajo no quieren decir gran cosa
cuando ya no se sabe donde se está
probablemente Icaro creía tocar el cielo
cuando se hundió en el mar …. y
dios te libre de una zambullida tan mal preparada
tía ¿cómo nos rehabilitaremos?
hay quien ha sostenido que la rehabilitación
sólo es posible alterándose
pero olvidó que toda recaída es una desalteración
una vuelta al barro de la culpa
perfecto!
somos lo más que somos porque nos alteramos
salimos del barro en busca de la felicidad
y la conciencia y los pies limpios
un recayente es entonces un desalterante
de donde se sigue que
nadie se rehabilita sin alterarse
pretender la rehabilitación alterandose es una triste redundancia
nuestra condición es la recaída y la desalteración
y a mi me parece que un recayente debería rehabilitarse de otra manera
que por lo demás ignoro
No solamente ignoro eso
sino que jamás he sabido en qué momento
mi tía o yo recaemos
¿cómo rehabilitarnos entonces si a lo mejor no hemos recaído todavía?
y la rehabilitación nos encuentra ya rehabilitados
Tía, no será esa la respuesta ahora que lo pienso...
Hagamos una cosa:
Usted se rehabilita y yo la observo
varios días seguidos
digamos, una rehabilitación continua
usted está todo el tiempo rehabilitándose y yo la observo
o al revés si prefiere
pero a mí me gustaría que empezara usted
porque soy modesto y buen observador
de esa manera si yo recaigo en los intervalos de mi rehabilitación
mientras usted no le da tiempo a la recaída
y se rehabilita como en un cine continuado
al cabo poco nuestra diferencia será enorme
Usted estará tan por encima que dará gusto
entonces yo sabré que el sistema ha funcionado
y empezaré a rehabilitarme furiosamente
pondré el despertador a las tres de la mañana
suspenderé mi vida conyugal
y las demás recaídas que conozco
para que, sólo queden las que no conozco
y a lo mejor poco a poco un día estaremos otra vez juntos tía
y será tan hermoso decir...
ahora nos vamos al centro y nos compramos un helado
el mío todo de frutilla
y el de usted con chocolate y un bizcochito.