viernes, 29 de abril de 2016

CON LO QUE MUEVAS - Luis M. Pescetti

Cuidado con lo que muevas,
porque todo podría moverse.
Cuidado donde apoyes tus manos,
porque, en todo, podrías dejar tus huellas.
Y no es
que las huellas sean imborrables,
pero son huellas.
Cuidado, en todo caso,
en dónde quieras dejar
tus marcas.
Nada es inocente en el sentido,
de que no tenga consecuencias,
y no quisiera que las tuyas
fueran tan inadvertidas, es decir,
que hicieras como si no supieras si te pido que mires dónde apoyas tu corazón
y que no pretendas que no sabías, o no veías.
Cuidado con lo que muevas,
porque en todo podrías dejar tus huellas.
Cuidado donde apoyes tus manos,
porque todo podría moverse,
igual como sigue la vela al viento.
Y no quisiera que digas,
que no querías quien te siga
ni te sigan
habiendo fingido que no sabías
cómo todo, hasta el aire virgen de los hielos,
espera un movimiento
ni hay luz sin sombra
ni voz sin consecuencia
igual que sigue la vela al viento
y la vida donde soples
aliento.
Por lo demás,
adelante, por favor.

viernes, 6 de julio de 2012

preguntale al polvo - zahara

No soporto tenerte cerca ..
ni tenerte que imaginar,
aunque diga lo que quieres escuchar.

Me he cansado de verte,
me he cansado de amar ..
pero vuelvo cada tarde al suicidio universal.

Ahora confusa bebo,
pero nunca te confieso ..
por qué, mi amor .. por qué.

Y en el agua ..
pregúntale al agua ..
si somos agua .. ¿seremos agua?
Al agua ..

El drama de un jugador
que termina mis bebidas ..
es la historia de tu vida .. mía no.

Te has cansado de verme,
te has cansado de amar ..
Nunca fuiste tan valiente ..
sé que no dispararás.

No hace falta tanto esfuerzo ..
pues ya amanecimos muertos ..
¿Por qué, mi amor? ¿Por qué?

Y en el polvo ..
pregúntale al polvo ..
si somos polvo .. ¿seremos polvo?

Y en el polvo ..
pregúntale al polvo ..
si somos polvo .. ¿seremos polvo?

Al polvo ..
pregúntale al polvo ..
si somos polvo .. ¿seremos polvo?

Al polvo ..


viernes, 4 de mayo de 2012

la mochila y el curriculum - arturo perez-reverte

  Llueve a ratos, y Madrid está frío y desapacible. Pasan paraguas al otro lado librería de mi amigo Antonio Méndez, el librero de la calle Mayor. Estamos allí de charla, fumando un pitillo rodeados de libros mientras Alberto, el empleado flaco, alto y tranquilo, que no ha leído una novela mía en su vida ni piensa hacerlo -«ni falta que me hace», suele gruñirme el cabrón- ordena las últimas novedades. En ésas entra un chico joven con una mochila a la espalda, y se queda un poco aparte, el aire tímido, esperando a que Antonio y yo hagamos una pausa en la conversación. Al fin, en voz muy baja, le pregunta a Antonio si puede dejarle un currículum. Claro, responde el librero. Déjamelo. Y entonces el chico saca de la mochila un mazo de folios, cada uno con su foto de carnet grapada, y le entrega uno. Muchas gracias, murmura, con la misma timidez de antes. Si alguna vez tiene trabajo para mí, empieza a decir. Luego se calla. Sonríe un poco, lo mete todo de nuevo en la mochila y sale a la calle, bajo la lluvia. Antonio me mira, grave. Vienen por docenas, dice. Chicos y chicas jóvenes. Cada uno con su currículum. Y no puedes imaginarte de qué nivel. Licenciados en esto y aquello, cursos en el extranjero, idiomas. Y ya ves. Hay que joderse.

    Le cojo el folio de la mano. Fulano de Tal, nacido en 1976. Licenciado en Historia, cursos de esto y lo otro en París y en Italia. Tres idiomas. Lugares, empresas, fechas. Cuento hasta siete trabajos basura, de ésos de tres o seis meses y luego a la calle. Miro la foto de carnet: un apunte de sonrisa, mirada confiada, tal vez de esperanza. Luego echo un vistazo al otro lado del escaparate, pero el joven ha desaparecido ya entre los paraguas, bajo la lluvia. Estará, supongo, entrando en otras tiendas, en otras librerías o en donde sea, sacando su conmovedor currículum de la mochila. Le devuelvo el papel a Antonio, que se encoge de hombros, impotente, y lo guarda en un cajón. Él mismo tuvo que despedir hace poco a un empleado, incapaz de pagar dos sueldos tal y como está el patio. Antes de que cierre el cajón, alcanzo a ver más fotos de carnet grapadas a folios: chicos y chicas jóvenes con la misma mirada y la misma sonrisa a punto de borrárseles de la boca.

    España va bien y todo eso, me digo. La puta España. De pronto la tristeza se me desliza dentro como gotas frías, y el día se vuelve más desapacible y gris. Qué estamos haciendo con ellos, maldita sea. Con estos chicos. Antonio me mira y en ciende otro cigarrillo. Sé que piensa lo mismo. En qué estamos convirtiendo a todos esos jóvenes de la mochila, que tras la ilusión de unos estudios y una carrera, tras los sueños y el esfuerzo, se ven recorriendo la calle repartiendo currículum en los que dejan los últimos restos de esperan Licenciados en Historia o en lo que sea, ocho, años de EGB, cinco de formación profesional, cursos, sacríficios personales y familiares para aprender idiomas en academias que quiebran y te dejan tirado tras pagar la matrícula. Indefensión, trampas, ratoneras sin salida, empresarios sin escrúpulos que te exprimen antes de devolverte a la calle, políticos que miran hacia otro lado o lo adornan de bonito, sindicatos con más demagogia y apoltronamiento que vergüenza. Trabajos basura, desempleos basura, currículums basura. Y cuando el milagro se produce, es con la exigencia de que estés dispuesto a todo: puta de taller, puta de empresa, boca cerrada para sobrevivir hasta que te echen; y si tienes buen culo, a ser posible, deja que el jefe te lo sobe. Aún así, chaval, chavala, tienes que dar las gracias por los cambios de turno arbitrarios, los fines de semana trabajados, las seiscientas horas extras al año de las que sólo ochenta figuran como tales en la nómina. Y si encima pretendes mantener una familia y pagar un piso date con un canto en los dientes de que no te sodomicen gratis. Flexibilidad laboral, lo llaman. Y gracias a la flexibilidad de los cojones se han generado, dice el portavoz gubernamental de turno tropecientos mil empleos más, y somos luz y fan de Europa. Guau. Gracias a eso, también, un chaval de veintipocos años puede disfrutar de la excitante experiencia de conocer ocho empleos de chichinabo en tres o cuatro años, y al cabo verse el la calle con la mochila, buscándose la vida bajo la lluvia. Partiendo una y otra vez de cero. Flexibilidad laboral. Rediós. Cuánto eufemismo y cuánta mierda. A ver qué pasa cuando, de tanto flexionarlo, se rompa el tinglado y se vaya todo al carajo, y en vez de currículums lo que ese chico lleve en la mochila sean cócteles molotov.

lunes, 30 de abril de 2012

Separarte de la Tierra - Jako

Yo no puedo cambiar el mundo. Ni siquiera salvar tu vida. 
Tornarla bella, hacerlo justo; pelearle a todo yo no puedo 
ser siempre firme, convencer a nadie... 

 Pero sí puedo ensuciar mis manos, escabar tu tierra. 
doler con vos aunque no lo pidas. 
burlar destinos, romper esquemas. 
escaparle a las estadísticas.

Puedo bajar al fondo y pasarla juntos. 

Y cerrar tu boca, sudar tu rabia. 
Callar tu insulto y darte por nada.
Temblar con vos frente a tus fantasmas. 

Querer tu barro. 
Elegir las llagas. 
Y subir tu suelo y condenarte; 

condenarte a la esperanza. 

Y bajar el cielo, y entrar por fuera, 
y elevar tu piso, y separarte; 

separarte de la tierra. 

domingo, 11 de marzo de 2012

que pase el vertigo - ismael serrano

El tiempo pasa… muy rápido. Parece que fue ayer cuando nos conocimos.
Hay gente que me reprocha mi obsesión por la memoria… me dice que soy un eterno nostálgico, que miro demasiado hacia el pasado, no se…
Saben que les digo? Que tienen razón. Reivindico el poder de la memoria. No por una cuestión de nostalgia, sino porque seguramente, servirá para que no repitamos los mismos errores.
El tiempo pasa… fugaz. Y si tu como yo estas cansado o cansada de que pase tan rápido. Si tu como yo estas cansado o cansada de esas jodidas tardes de domingo en las que no suena el teléfono. Si estas cansado o cansada de llegar al colectivo en el momento justo, en el que el autobús marcha y te quedas con cara de gilipollas despidiéndote de los del asiento de atrás que te hacen burla.
Si tú como yo, estas cansado o cansada de que te digan que las cosas van bien, que la historia ha terminado; que no hay alternativa. Si estas cansado de enamorarte de la novia de tu mejor amigo… o de que tu mejor amigo asalte tu cuba libre.
Si tu como yo estas cansado de lo rápido que pasa el tiempo te aconsejo que… que cantes esta canción, como alguna vez cantaste esa otra al oído de el o de ella. A mi me funciona.
Cuando el mundo gira muy rápido, agarro la guitarra y canto esta canción.
Y durante un instante el tiempo se congela, como ahora… todo se detiene… y desaparece este vértigo.

martes, 28 de febrero de 2012

instrucciones para salvar el odio eternamente - ismael serrano

"La mayor parte de las canciones de amor están llenas de mentiras, pero no todas. Yo trato de ser honesto, pero por lo general se suele decir lo que ella quiere escuchar, para seducirla o yo que sé, claro que ella no siempre está por la labor de creérselas.

Pero quién no ha mentido alguna vez ¿verdad?

Muchas despedidas están llenas de promesas vanas, yo estoy seguro que en alguna de ellas vosotros habeis mentido. Qué se! Si no pasa nada estamos entre amigos, buen rollo. Quien no haya mentido, quien esté libre de culpa que tire la primera piedra, pero que no tire a dar...

Sí, porque las despedidas tienen un protocolo que hace necesario mentir para no sentirse culpable del fracaso que supone que el amor se acabe.

¿Sabeis qué es lo peor del amor cuando se acaba? Que se acaba.

Y aun así nosotros intentamos eludir la culpa y mentimos, y seguimos mintiendo y somos capaces de ir mas allá y decimos: No te preocupes, si yo estaré bien, yo lo que quiero, lo que siempre he querido, es que tú seas feliz. Y además el tío con el que te vas, es un tío de puta madre...

Y bueno, tú y yo sabemos que no es cierto. Que no van a durar ni dos meses, y más con el carácter que tiene ella...

Pero aún así decimos que es un tío que te cagas o buen hombre que también jode lo suyo, porque no se sabe lo que está diciendo. No digais nunca de mí que soy un buen hombre, por favor.. Di que soy un troncaso, enrollado y brindis de la vida; pero un buen hombre no.

Y nos estaremos preguntando si la llevará a los mismos sitios a los que te llevaba a ti. Si se dirán las mismas mentiras, si se enojarán por lo mismas cosas, y lo que es peor, si se reconciliaran de la misma forma...

Y te quemarás los sesos preguntando qué pasará y qué ocurrirá, en fin...

Pero ella está bien...

Si ella se va, cultivemos el odio, declaremos la guerra. Porque... no sé, quizás nos sintamos mejor aunque... aunque yo creo que no, yo creo que como todas las canciones de amor, esta también está llena de mentiras: cuando decimos si ella se va, lo que queremos decir es que si se va, que no sea muy lejos ni por mucho tiempo."